La «Artesanía» designa un impulso humano duradero y básico, el deseo de realizar bien una tarea, sin más. La artesanía abarca una franja mucho más amplia que la correspondiente al trabajo manual especializado. Se basa en patrones objetivos, en la cosa en sí misma. El artesano explora diversas dimensiones de habilidad, compromiso y juicio de una manera particular. Se centra en la estrecha conexión entre la mano y la cabeza.
La majestuosidad de la Laguna de Fúquene es el escenario donde encontramos a José Agustín Briceño, un artesano que extrae de las orillas del agua el junco y la enea para realizar canastos, esteras y otros productos representativos del municipio.
Con dedicación cuida detalles de sus productos artesanales, entrecruzando fibras de las materias primas que usa y con las que mantiene viva esta tradición símbolo de la Provincia de Ubaté.
“Con mis manos transformo los tesoros de la Laguna de Fúquene en hermosos canastos”
Estiven Castro es un tejedor y diseñador del Resguardo Indígena de Cota que plasma en sus tejidos las raíces ancestrales Muiscas. La delicadeza con la que maneja los hilos expresa su conexión con el territorio, los saberes ancestrales y espirituales del planeta.
Al salir de casa siempre lleva consigo una manta y un sombrero que reflejan su vínculo con la Madre Tierra y sello de origen artesanal.
“Sonrío y diseño con el corazón para representar ante el mundo mi origen Muisca”
En la Estación de Zipaquirá del Tren de La Sabana los visitantes y turistas se encontrarán con Cristina Bello, una artesana dedicada a tejer capas, cuellos y ruanas.
Desde niña aprendió el cuidado y crianza de las ovejas mientras tejía en Crochet, recordando en cada puntada la sabiduría de su linaje familiar femenino y las lecciones de sus maestras hilanderas.
“Con una pequeña aguja la vida se encarga de hilarnos de generación en generación”
Araminta Cepeda es una mujer emprendedora del municipio de Cogua donde a diario da vida a sus pasiones artesanales.
Su misión de vida es aprender y enseñar a través del tejido hecho a mano mediante la técnica de Macramé, heredada de sus tías y abuelas. A través de sus tejidos transmite un mensaje: “Todos llegamos a este mundo con el propósito de amar, ser amados y por supuesto ser felices.”
“La vida está llena de historias que se entrelazan unas a otras como los nudos en el macramé”
A temprana edad Mónica Guacaneme aprendió el oficio de la Tejeduría en Tapiz inspirada en los paisajes de la Sabana de Zipaquirá.
En “La casa de los tapices” como denominó a su taller artesanal, ha ido conformando una colección de tapices artesanales únicos a partir de retazos de lana y la magia que produce el color de los materiales que utiliza.
“Al final, somos el reflejo de lo que tejemos”
A punta de tutoriales de Tejeduría, Carolina Contreras aprendió a realizar sus primeros tejidos. Con un par de agujas y unos ovillos de lana se ha dado a conocer en el municipio de Sutatausa logrando tejer para grandes marcas y diseñadores de moda reconocidos.
En las tardes entre charlas y puntadas con sus amigas tejedoras se inspira para crear nuevos diseños que con paciencia han ido elevando el nivel de su técnica.
“Las cosas pasan y se conectan por algo”
Desde temprana edad Natalia Fontecha sentía en su corazón el deseo de tejer, bordar y coser con lana de oveja e hilos diferentes manualidades.
Su pasión estaba en los tejidos siendo el punto de partida de la creación de Cadeneta de amor, promueve el saber ancestral transmitido por cuatro generaciones en el municipio de Zipaquirá reflejando la alegría y cuidado que requiere ejercer el oficio de la tejeduría.
“Quiero dejar el saber ancestral como legado para las futuras generaciones”
Un huso es la conexión de la historia de Maritza del Pilar Rodríguez. Siendo niña aprendió el proceso artesanal con lana, desde la crianza y el cuidado de las ovejas hasta el esquilado, lavado e hilado.
Con mogotes de lana y una aguja sobre una espuma va dando forma a sus accesorios a punta de pompones en fieltro
“Mi inspiración para desarrollar cada colección es todo aquello que ha sido creado por la Madre Naturaleza”
Por más de 30 años Fanny Acuña, oriunda del municipio de Cogua, ha dado continuidad al legado de la Tejeduría heredado de su madre.
Sus manos son hábiles con la aguja que utiliza para crear diferentes productos artesanales como los amigurumi o pesebres de Navidad tejidos en crochet desde un rincón mágico de su sala y el silencio de su hogar.
“En cada puntada están plasmados mi cariño y dedicación”
Desde hace más de 40 años Luz María Rodríguez abrió las puertas de su casa a mujeres del municipio de Sutatausa para enseñar el oficio de la Tejeduría.
Hoy es fundadora del Festival Tejilarte, un espacio que mantiene vivas las tradiciones y los saberes ancestrales de la región del Valle de Ubaté, conservando y traspasando el arte de tejer de generación en generación.
“La pasión por el oficio me ha llevado a enseñar desde mi pueblo esta tradición”
Un huso es la conexión de la historia de Maritza del Pilar Rodríguez. Siendo niña aprendió el proceso artesanal con lana, desde la crianza y el cuidado de las ovejas hasta el esquilado, lavado e hilado.
Con mogotes de lana y una aguja sobre una espuma va dando forma a sus accesorios a punta de pompones en fieltro.
“Mi inspiración para desarrollar cada colección es todo aquello que ha sido creado por la Madre Naturaleza”
William Contreras es oriundo del Municipio de Cucunubá, un hombre que mantiene la conexión con los rastros de los tejidos que dejaron sus antepasados y resuenan con la tranquilidad de este pueblo colonial.
Trabaja telares mientras mueve sus brazos y pies entre urdimbres y hebras para formar telas de varios colores, texturas y diseños exclusivos que abrigan la tradición artesanal de la Tejeduría.
“Cada vez que tejo, los hilos me conectan con mis antepasados”
Beneficios de Autorizar